Guy y la Chufa Brasileña

Guy y la Chufa Brasileña

·Parte 1

Guy, además de una gran persona, es un amante y “freak” de la chufa y la horchata como pocos hemos conocido.
Belga afincado en Brasil hace más de 35 años, tiene sus dos hijas viviendo en un pueblo de la costa valenciana, donde hace años siempre veraneo y se enamoró locamente de la horchata de chufas.
Hace pocos años al jubilarse, decidió que iba elaborar el preciado brebaje blanco para que los brasileños también pudieran disfrutar de esta maravilla que nace en las entrañas de la tierra iniciando su negocio basado en la importación de chufas de Valencia.
Para ello monto una fabrica de Horchata fresca importando de España el primero molino y contactó con una empresa valenciana la cual le mandó un cargamento de chufa que llego con larvas y en pésimas condiciones sanitarias.
La aduana brasileña requisó como es natural dicha chufa por razones de seguridad biológica y desconocedores de que no todas las empresas del sector somos tan poco profesionales, trasladó aviso al Ministerio de Agricultura brasileño el cual prohibió en adelante las importaciones a Brasil del Cyperus Esculentus (chufa) procedente de Valencia.
Nuestro amigo Guy, además del natural enfado con dicha empresa y por la falsedad del Certificado Sanitario, se quedó sin la chufa para iniciar su negocio en Brasil, y lo que es peor, sin la posibilidad en adelante de importarla legalmente.
Triste y algo alicaído por la nefasta experiencia, Guy dejó en “stand-by” su sueño de producir horchata con chufas Valencianas y no tuvo otra opción sino estructurarse para producirla en Brasil.
La divina providencia quiso que de manera totalmente fortuita se enterara de que al parecer, algunos indígenas de la Amazonia Brasileña empleaban una chufa autóctona con diferentes usos medicinales, culturales y sociales y que le daban entre otros el nombre de ”JUNCA”.
Ni corto ni perezoso, nuestro bravo Guy cogió su coche y desde Belo Horizonte, se hizo más de 7.800 kilómetros a la búsqueda de la chufa amazónica perdida.
Tras varias de aventuras y desventuras a través de las enormes llanuras del interior de Brasil y de las escarpadas costas y montañas, preguntando a diestro y siniestro allí donde paraba por la desconocida planta de la chufa, por fin alguien le puso en el buen camino.
Con una voluntad de hierro y otro ingrediente fundamental que sólo los grandes corazones poseen, la suerte, encontró algunas pequeñas poblaciones que la cultivaba desde hace cientos de años, y con ellos acabo encontrando la desconocida chufa amazónica.
Por razones de seguridad hacia dichas tribus y sus costumbres, y porque sabemos que tenemos “topos” de algunas multinacionales sin escrúpulos entre nuestros seguidores en redes, nos abstendremos de dar más detalle sobre el nombre o ubicación de estés lugares en la enorme e insondable Amazonia brasileña (al menos, si las cosechas mega-industriales de soja no la siguen esquilmando).
Lo que sí os podemos decir es que Guy logró no sólo sus ansiadas semillas de chufa, sino más allá, descubrió usos sorprendentes que estas personas de la Amazonia brasileña dan a la misma y que os compartiremos más adelante.
Finalmente, de regreso a su casa, Guy sembró por fin la chufa amazónica con éxito notable aunque no sin antes pasar por varios calvarios agronómicos de diversa índole, y comenzó asimismo a elaborar horchata natural a pequeña escala en diferentes pueblos costeros brasileños con un sistema de producción que él mismo ha inventado y que es sencillamente maravilloso.
A continuación algunas fotos de los campos de Guy en Brasil, así como de la horchata de chufas que actualmente comercializa en Brasil.
Guy, no cambies nunca, y gracias por unirte a la “Alianza Rebelde Horchatera” propagando en Brasil las bondades de la chufa y de su horchata natural, además de ser fuente de inspiración de la pequeña revolución horchatera que se avecina.

9 de julio de 2012